10.04.2012

LLEGÓ SIN INVITACIÓN, Y LISTO


La puerta se abrió misteriosamente y le hombre tembló de miedo ante lo desconocido. Sabía que esto iba a pasar, y a pesar de que había tomado sus recaudos, el repentino sonido producido por la puerta despertó los temores que durante el día había tratado de refrenar.
Cerró los ojos para no ver la llegada de lo inevitable, pero ese intento fue inútil, y cuando más desesperaba por olvidar este encuentro, tuvo nomás que resignarse, porque la noche había llegado, y él era un impotente por no haberlo evitado.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje sus comentarios, son importantes.